20-N, tres años de Gobierno crucial para España

Este mes se han cumplido tres años del triunfo electoral del Partido Popular. Tres años desde que el Gobierno cambiara de color y fuera el Partido Popular el que por mayoría absoluta se convirtiera en el nuevo inquilino del Palacio de la Moncloa.

En este momento crucial para España, haríamos flaco favor a la verdad si no reconociéramos el gran esfuerzo que por parte del Partido Popular se ha hecho en estos tres difíciles años para devolver a España a la senda correcta y enderezar el tronco del Estado que los socialitas dejaron quebrado como cada vez que gobiernan. Atrás han quedado ya los terribles meses donde desayunábamos, comíamos, cenábamos y soñábamos ? en forma de pesadilla ? con la sempiterna prima de riesgo o con la posibilidad del rescate que sobrevolaba nuestro país. Hoy más que nunca, debemos de ser conscientes de que aún quedan muchas cosas por hacer; de que muchas medidas adoptadas por el Gobierno del Partido Popular han sido impopulares y durísimas para los ciudadanos o de que la recuperación no es todavía palpable entre los ciudadanos; pero si tras estos tres años de Gobierno, algo debemos de tener como libro de cabecera, es sin duda alguna el reconocimiento a que todo lo hecho con mayor o menor acierto, era necesario para evitar el caos que otros países europeos sí están sufriendo.

¿Se imagina alguien qué hubiera pasado en España si nos hubieran intervenido y nos hubieran obligado a despedir al 30% de los funcionarios públicos o bajar las pensiones un 10% como sí ha ocurrido en Grecia?

Sabemos que algunos degenerados y que tienen el concepto de Estado a la altura del betún, deseaban este rescate desde que salía el sol y hasta el ocaso. Pero fue precisamente por evitar el mal mayor, por lo que el Gobierno del Partido Popular tomó las decisiones que estimó oportunas para evitar el colapso. Por tanto, y a pesar de que se entiende el enfado de los ciudadanos, creo que es buen momento para pensar en dónde estábamos y gracias a quién, en dónde podríamos haber estado y en donde estamos ahora y sobre todo, gracias a quién.

Yo creo sinceramente que la recuperación es posible, pero cuando la situación ha sido tan crítica, la recuperación, como en cualquier enfermo, es también lenta y con achaques que son inevitables.

Tras tres años de un Gobierno crucial para España, lo que desde luego no sería justo, es dar la espalda a quien con esfuerzo y mucho desgaste, ha sabido de nuevo sentar las bases para que la nación más antigua de Europa continúe siendo lo que nunca debió de haber dejado ser: un gran país, con una gran proyección de futuro y un aporte vital como son los ciudadanos que en ella habitan y que desde luego, son los pilares que la mantienen erguida.