Cáritas Parroquial del Espino atiende a 345 personas desfavorecidas de 17 países

Este martes, el obispo de Osma-Soria Abilio Martínez Varea bendecía los salones parroquiales de El Espino, que son utilizados por Cáritas para la atención de personas necesitadas y en exclusión social.

El local ubicado en el número 5 de la calle Caballeros, ahora remodelado, servirá para mejorar la atención a estas personas que suman en la actualidad 345 y de las cuales 185 son menores de 18 años. Provienen de 17 nacionalidades distintas, tanto de diversos países del continente americano, como de África (Marruecos, Argelia, Sudán, Ghana, Senegal y Mauritania ), y de Europa, (España, Rumanía, Bulgaria e Italia).

Las obras, en un inmueble de planta baja de algo más de 120 metros cuadrados, han supuesto una inversión de más de 25.000 euros, con actuaciones como una rampa para las personas con problemas de accesibilidad; se ha reformado el baño existente y se ha construido otro nuevo. También se han retirado los tabiques y se ha creado una zona de almacenamiento de alimentos; se ha dispuesto igualmente de una sala de espera separada con una puerta corredera de la zona de atención, y se ha colocado tarima. De igual modo se han pintado las paredes; se ha cambiado la puerta principal y se ha reformado el despacho.

Todo ello servirá para reuniones, reparto de alimentos y para la impartición de cursos de español, entre otros puntos.

El obispo, en su homilía durante el rito de bendición, ha recordado que “Cáritas es evangelizadora, pues muestra el rostro misericordioso de Dios y da testimonio de que, lo que hace, se lo cree”. Además ha animado a los voluntarios de la Cáritas de esta parroquia “a mirar a los pobres con los ojos de la fe y a darles lo mejor que tenemos, Jesucristo, sin olvidar nunca que Cáritas es la misma Iglesia que se acerca al hambriento, desnudo, etc. y no es una organización no gubernamental”.

Por su parte, los párrocos del Espino, Tomás Oliva y Rubén Tejedor, han mostrado su “profundo agradecimiento a Cáritas Diocesana en la persona de su director, Franciso Javier Ramírez de Nicolás, a los voluntarios así como a todos los cristianos y personas de buena voluntad que sostienen económicamente y con sus oraciones la acción de nuestra Cáritas parroquial”.

“Queremos que este centro caritativo siga siendo un faro en la parroquia que muestre a todos a Jesucristo y el amor de la Iglesia por los que más sufren; no queremos que aquí solamente se repartan alimentos o se gestionen pagos de facturas de luz sino que todos aquellos que pasen por aquí descubran que la gran pobreza es no conocer el amor de Dios manifestado en Cristo Jesús”, han afirmado.