¿Feliz o infeliz Navidad?

Lo primero de todo, tenemos que tener en cuenta el entorno y a qué asociamos la Navidad; como familia, comida, compras, gastos, religión, cena de empresas, fiesta, vacaciones, lotería, felicidad o infelicidad... ¿A qué prestas atención en la Navidad?, ¿qué valoras de la Navidad? Y sobre lo que valoras, ¿cómo lo interpretas?

Muchos pacientes, cuando llegan estas fechas, se quejan de “la falsedad” ante las tensiones familiares; o los gastos, o el agobio por organizar comidas, cenas y lo que supone para la persona, sobre todo a las madres y abuelas que se auto imponen hacerlo sin pedir ayuda. Está claro que las dificultades personales, familiares y personales no pasan desapercibidas; y si durante el año tengo dificultades de comunicación en una familia y somos incapaces de resolver el conflicto, Navidad no va a ser una época en la que la tensión desaparezca por arte de magia.

En Navidad también voy a verme involucrado/a en situaciones que puede que no quiera, no me guste o no me interese

Entonces, ¿qué nos hace felices en Navidad? Por ejemplo, la sensación agradable y placentera ante un momento en el que me siento pleno/a. Lo que realmente me hace sentirme feliz es la forma de cómo yo vivo la Navidad, y la actitud que tengo. Si la mayor parte del año me veo obligado a hacer cosas que no quiero o deseo, en Navidad se va a potenciar mucho más esa sensación desagradable conmigo mismo, ya que puede que también lo haga.

Los familiares que ya no están en las celebraciones y que echamos de menos hace que en Navidad estén más presentes, y nuestra actitud hace que disfrutemos o no de la Navidad, priorizando su recuerdo positivamente, o decidiendo no ir a cenar porque esa persona no va a estar. También están opiniones como el consumo abusivo o el derroche. En definitiva, la felicidad está en ti, en la forma de vivirlo y en la actitud que tengas, siempre decidiendo en libertad.