La vuelta al cole

Los niños han pasado tres meses de vacaciones en los que, probablemente, se han alterado sus horarios, rutinas y actividades. También tenemos que tener en cuenta que la vuelta al cole conlleva que tengan mucho menos tiempo para el juego, lo que puede provocarles frustración. A todo esto nos tenemos que enfrentar cuando llega septiembre.

Lo primero es hacerlo poco a poco, con un periodo de adaptación. No podemos intentar recuperarlas de un día para otro aunque las rutinas no sean nuevas. Lo ideal es realizar los cambios de forma progresiva hasta llegar a nuestro objetivo. Podemos empezar por la hora de irse a la cama, lo cual tendrá consecuencias en la hora de levantarse.

Otro de los puntos importantes es hacer al niño partícipe de las tareas relacionadas con la vuelta al cole. Como por ejemplo, dejando que elija algún aspecto de su material escolar, como puede ser el color de su estuche. El día de antes, prepara con ellos su mochila.

En cuanto a esa reducción del tiempo de juego, lo ideal es que sigamos haciendo planes cuando salgan del colegio. No todo son obligaciones, tiene que haber tiempo de juego.

Por último, si tienes oportunidad, acompaña a tus hijos al colegio en su primer día. Si te resulta imposible, intenta explicárselo y haz lo posible por pasar esa tarde con ellos.