Inmunes

Todos conocemos la importancia de la responsabilidad para con nuestros actos y por ello actuamos de una manera o de otra, es decir, la norma nos mueve o bien porque estamos de acuerdo con ella, o bien porque no nos gustan las consecuencias que podemos tener al incumplirla.

Ahora bien, esto parece que no pasa en la gestión política, desde el nivel estatal al local, cuando por ejemplo construyen un submarino mas grande que el muelle, pero no pasa absolutamente nada, y la responsabilidad política es “cero”.

O cuando hacen una superestructura en medio de un lugar inundable y protegido como es la CMA, donde incluso ha habido sentencia del tribunal constitucional constatando la aberración, pero que nada, lo mismo, “cero” responsabilidades, los últimos responsables de decidir sobre esto, sin problema alguno.

Y no va a ser menos Soria, donde levantamos y volvemos a levantar las calles una y otra vez, sin parecer que haya un orden, o compramos un montón de bicis no precisamente baratas para luego cuasi regalarlas y también hay “cero” responsabilidad.

Parece que los políticos se transforman en su manera de gestionar, es decir, no me imagino que un político en su casa se haga un garaje donde no le cabe el coche, o se compre mil quinientas camas cuando solo va a dormir en una.

Se que en la gestión de una administración pública hay que dar servicios que son deficitarios y no se busca el beneficio sino garantizar una calidad de vida básica para todos, pero esto se puede hacer mejor y no se hace porque no hay responsabilidad.

Ser político les pone un chaleco de inmunidad que les permite hacer prácticamente cualquier cosa que no harían en su casa porque ahí si que tendrían responsabilidad. Los demás tenemos responsabilidad por nuestros actos, una jueza que se equivoque tendrá que responder, un periodista tendrá que retractarse, un médico tendrá que indemnizar y así en un largo etcétera, pero un político solo tendrá que volver a presentarse a las elecciones a ver que tal.