Saturnino de Gregorio: "La política desde fuera se ve mal, pero desde dentro es peor”

Pregunta: ¿Qué es lo último que hace antes de acostarse?

Respuesta: El 99% de los días me duermo en el sofá con lo cual lo último que hago antes de acostarme es nada, abrir la cama.

P: Cuando tiene una tarde libre, ¿A qué le gusta dedicarla?

R: Por supuesto a mis hijas y a mi madre que tiene casi 90 años y me necesita. Hago lo que ellas quieran. Aunque soy un poco restrictivo, negocio y cedo.

P: ¿Libro o película, qué prefiere? ¿Recomiéndeme uno?

R: Las dos. Me encanta leer aunque ahora tengo menos tiempo para ello. También me gusta el cine y siempre guardo un día al mes para ir. Echo de menos los cines Rex, tenían mi pantalla ideal. La película que te recomiendo es Dersú Uzala (El cazador), la versión del japonés Akira Kurosawa.

P: ¿Qué música pone cuando se ducha? ¿Canta?

R: No pongo música en la ducha pero claro que canto. No tengo vergüenza ¡Dame un karaoke!

P: ¿Una palabra favorita?

R: Dos. Lealtad y sinceridad. Me gustan las palabras que hacen llorar y estas lo consiguen porque se han convertido en muy raras. Hay muy poco de ambas.

P: ¿Le gustan los animales? ¿Cuál es su favorito?

R: Me encantan pero no tengo. Requieren cuidados, que te hacen esclavo, y cuando se van te hacen sentir muy triste. Tuve un perro con 10 años, lo abandonó mi padre y lloré mucho.

P: Si pudiera viajar en el tiempo, donde iría, al pasado o al futuro? A dónde y por qué.

R: ¿Me dejas ir a los dos? Iría al futuro para ver qué nos depara pero me encantaría también volver a vivir todos los momentos felices de mi vida, mi infancia fue preciosa.

P: ¿Cómo era en el colegio?

R: Revoltoso. Era inteligente, vago y contestatario. Estudié interno en Escolapios y eso marca mucho. Aunque a los 10 años lloraba por estar interno, a los 16 me enfadaba muchísimo por seguir interno y a los 30 me di cuenta de que fue un acierto.

P: Recuerda a algún profesor, de manera especial? ¿Por qué?

R: Como medio Soria me acuerdo del ‘Huevo’, el padre Félix Díez de los Escolapios. Pero yo lo recuerdo con muchísimo cariño, es más; me casó él. Todo lo que tenía de rígido y estricto era porque quería de verdad que aprendiésemos.

P: Un poco más mayor...¿Era muy fiestero?

R: No demasiado. Pero yo creo que mi juventud llegó después. Tuve una novia demasiado joven y cuando lo dejé con ella me llegó la juventud tardía.

P: ¿Quién o quiénes han influido más en tu forma de ser?

R: Mis padres, sobre todo mi padre. Falleció hace 3 años y no hay día que no me acuerde de él. Me emociona hablar de él. Siempre estaba con su hijo, era un hombre dialogante y reflexivo. Me enseñó a ser honrado conmigo mismo, lo más importante.

P: ¿Y qué no le enseñó nadie, y tuvo que aprenderlo a base de palos?

R: La política. Desde fuera se ve mal, pero desde dentro es peor. Machacan por coger cuatro votos, historias raras, malas palabras,...

P: ¿Cuál es su mayor éxito?

R: Mis hijas. Son adoptadas y el día más feliz de mi vida fue cuando las vi por primera vez en Rusia.

P: ¿Y un fracaso confesable?

R: Fumar durante más de 40 años. Llevo un año sin el vicio y sigo soñando que fumo.