Un centenar de peregrinos inauguran la ‘Ruta internacional’ de la Madre Ágreda en EE UU

El periplo arrancó en el templo de San Felipe de Neri en la ciudad de Alburquerque. El párroco, Dennis García, ofició la oración inicial de la peregrinación y bendijo a sus participantes. A continuación, un autobús y numerosos vehículos emprendieron el camino hacia el sur, con destino a la misión de San Agustín, situada en la ciudad de Isleta.

Una vez allí, fueron recibidos por las autoridades religiosas y civiles de la localidad, entre quienes se encontraban el párroco, George Pavamkott, acompañado por la comunidad norbertina, el alcalde, Frank Luján con su la corporación municipal. Recordaron el acontecimiento datado en 1629, cuando un grupo de indios jumanos de las llanuras acudieron a la entonces misión franciscana, para pedir que los religiosos les acompañaran a su tierra de origen y poder bautizar a toda la tribu. Una ?dama vestida de Azul? les había anunciado el Evangelio.

Los peregrinos continuaron hacia el monumento nacional ?Las misiones de Salinas de los indios Pueblo?. Después de 150 años, se celebró una eucaristía en las ruinas de la antigua basílica de la misión de la Gran Quivira en cuya homilía se recordó con gran emoción la labor evangelizadora de sor María de Ágreda y de la Orden Franciscana. El alcalde de Isleta, que visitaba por primera vez el lugar, quedó cautivado por la belleza del paisaje e hizo una oración especial en su lengua materna.

Pasado el mediodía, la comitiva prosiguió su marcha hasta la cercana ciudad de Mountainair, donde fue acogida por los miembros de la sociedad de San Vicente de Paúl y disfrutaron de una comida de hermandad. En la sobremesa, el presidente de la sociedad católica Caballeros de San Colomba presentó el trabajo titulado ?El creciente interés por la Venerable Sor María de Jesús de Ágreda en el estado de Nuevo Méjico[1]? y que ha publicado, en la edición de abril, el periódico católico ?Pueblo de Dios? editado por la archidiócesis de Santa Fe.

La peregrinación finalizó en torno a las cinco de la tarde hora local, con una plegaria de acción de gracias.